El enfoque de género es importante considerar
porque las desigualdades de acceso al desarrollo de los recursos y las
oportunidades obstaculizan la eficacia y sostenibilidad de la económica; las
mujeres y los hombres tienen diferentes roles, derechos y responsabilidades.
Más aun, cuando se trata de las mujeres rurales tienen menos acceso a los
recursos naturales productivos y a oportunidades tales como educación y
capacitación, tierra y autoridad para la toma de decisiones. El enfoque de
género requiere un proceso de planificación que promueva el bienestar y
empoderamiento, tanto de mujeres como de hombres. El género debe integrarse desde el inicio y
hasta la finalización del ciclo del proyecto, ya que puede afectar
fundamentalmente, todo el concepto y estructura proyecto. Se puede señalar que
es una parte integral de todo el proceso de planificación e implementación, que
continuación a través de la vida proyecto.
Desarrollo
Incorporar la perspectiva de género en
una organización o proyecto, además de nuevos esquemas de pensamiento, va a
requerir también del diseño de un plan estratégico adaptado a sus
características y a sus necesidades. Lo que supone, inexorablemente, contar con
recursos específicos –humanos, materiales y temporales- así como con asesoría especializada
en políticas de igualdad y género (personas expertas/equipos internos, así como
asesorías externas). Unos recursos que van a depender, en definitiva, del compromiso
político de las organizaciones así como su disponibilidad operativa y funcional
para el cambio (Kideitu; 2007, p. 27).
Si hablamos de las/os gerentes / planificadores
del proyecto, el enfoque de género en el proyecto o ciclo del proyecto implica
que ellos/as pueden identificar sistemáticamente las consecuencias de un
proyecto propuesto para los diferentes grupos de mujeres y hombres, y abordar
cualquier consecuencia negativa, a medida que se desarrolla el proyecto.
Desde el punto de vista del proyecto,
implica una estrategia que introduce una perspectiva de género en el ciclo del
proyecto. Para ser sensible y receptivo al género, el desarrollo del proyecto
requiere, a través del ciclo del proyecto, una reexaminación de los roles
tradicionalmente adscritos a las mujeres y hombres, y una nueva dirección de
los esfuerzos para garantizar la formulación relevante de los proyectos.
Durante el ciclo del proyecto es muy
importante incluir el análisis de género como parte integral del análisis
situacional, antes de conceptualizar, desarrollar e implementar cualquier
proyecto. Desde esta perspectiva, el análisis de
género es una herramienta para examinar la diversidad de la población y la
implicancia de una diversidad tal, para un proyecto de gestión integrada de
recursos hídricos.
Se enfoca en las actividades y recursos
tanto de mujeres y hombres, y cuando es necesario, explica en qué se
diferencian y cómo se complementan entre sí.
Por lo tanto, el análisis de género
parte de la comprensión de que la situación de todo proyecto es única, eso es,
que ninguna persona, familia, comunidad o país tiene el mismo juego de recursos
para manejar, con la misma gente, en el mismo marco de tiempo o con las mismas
limitaciones. En una situación ideal, el análisis de género se puede llevar a
cabo en las fases iniciales del ciclo del proyecto porque da claridad al status
quo. Sin embargo, en realidad el análisis de género también se puede llevar a
cabo en cualquier fase del ciclo del proyecto.
Las preguntas básicas útiles al momento de
realizar un análisis de género son: ¿Quién hace qué? (en realidad, a diferencia
de la división ideal de labores entre mujeres y hombres); ¿Quién tiene qué?
(quién tiene acceso y control de los recursos); que cosas influyen en las
disposiciones relacionadas con el acceso y control de los recursos (qué
preceptos religiosos y culturales, leyes, políticas económicas y sociales
influencian los derechos diferenciales del acceso y control, son flexibles
algunas de estas distinciones basadas en el género; de qué manera son
cambiantes los roles); y cómo se distribuyen los recursos públicos y a quién se
le otorgan.
Conclusión
Para la inclusión de la mujer durante
todo el ciclo del proyecto es importante rescatar sus tradiciones e
involucrarse en la misma, a objeto de incluir desde inicio y hasta la
finalización del proyecto.
Bibliografía
Kideitu. (2007). Guía para la
incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación.
Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno
Vasco, España: EMAKUNDE/Instituto Vasco de la Mujer como entidad
coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.
Dirección de Planificación e Inversión.
(2011). Metodología de transversalización. Guía metodológica para la
transversalización de los enfoques de interculturalidad y género en la
formulación de los proyectos. Quito, Ecuador: Ministerio del Ambiente.
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